White addiction

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En decoración apostar por un único color, al igual que en la moda, es una herramienta no solo eficaz sino también efectista. Es una idea de proyecto en sí misma, unifica y ayuda a dar sentido a una mezcla de estilos y objetos muy diversos.

En el caso del proyecto que os muestro, la apuesta va más allá, el color elegido es la ausencia de color. Símbolo del minimalismo, aquellos que apuestan todo al blanco consiguen estancias luminosas que siempre parecen nuevas.

La clave para acertar consiste en utilizarlo de manera adictiva. Combina cortinas o estores, mobiliario e iluminación en blanco con materiales en estado puro como los pavimentos de madera natural, o de piedra, como la pizarra. Si los muebles son de líneas rectas puedes emplear textiles flexibles y con caída como cortinas o ropa de cama como fundas nórdicas que aporten un aspecto relajado y acogedor. Si empleas estores enrollables donde el tejido es como un plano puedes elegir alguna lámpara o silla con forma orgánica y conseguirás ponerla en valor.

Trabajo rodeada de infinitos textiles y estampados, cada uno más bello que el anterior, me encanta verlos, tocarlos y buscar la combinación de tono y textura más adecuada, pero he de confesar que en mi habitación todo es blanco. Una bonita cortina de lino blanco, una funda nórdica, blanca también, y el pavimento de madera de roble son suficientes.

No tengas miedo de convertir la estancia en un laboratorio, la vida y el uso que hacemos de nuestro hogar son lo suficientemente coloridos como para evitarlo.