Transformación de local a inmobiliaria

El diseño de este local surge tras la solicitud del cliente de emplear el mismo como un muro publicitario debido a su posición estratégica en esquina y su gran visibilidad desde puntos lejanos.
El exterior toma como referencia los colores existentes en la marca de la inmobiliaria. Se establecen dos posiciones de lectura del mismo, la visión lejana y el viandante próximo. Por un lado, para la visión lejana, sobre el tono rojo se superpone un vinilo con un diseño abstracto de viviendas, que hace referencia al negocio en su interior. Y sobre las ventanas se establece un mensaje de grandes dimensiones que los clientes pueden cambiar segun las promociones. Además, el luminoso superior se pliega cubriendo ambas fachadas para hacer desaparecer la esquina y ampliar la dimensión del mismo desde una visión lejana. Por otro lado, desde un punto de vista más próximo, se ordenan tras los vidrios del escaparate una serie de marcos luminosos que muestra los mejores inmuebles disponibles.
En el interior se lleva el juego de colores al limite para conseguir una imagen más corporativa del mismo. Se unificando todo el local mediante un suelo continuo rojo y un techo registrable en retícula que se recicla del local existente. Se saca partido de la forma del local para integrar las necesidades que el cliente plantea. Por un lado dos despachos y por otro lado dos puestos de trabajo y una zona de recepción.
Los despachos se separan mediante una mampara de vidrio que permite la visión continua del suelo y del techo del resto del local para no empequeñecer su visión, pero se les da privacidad con un vinilo al ácido a media altura, que lleva recortado el logo de la inmobiliaria. Todo el mobiliario se diseña o selecciona en blanco para que contraste con el rojo del suelo. La iluminación se plantea muy ordenada mediante pantallas integradas en el falso techo y se establece una iluminación puntual, más decorativa o singular, sobre los puestos de trabajo y la zona de recepción.