El diseño de la vivienda gira en torno a los dos grandes ventanales de la planta baja. Con vistas a una bonita hermita local y a una zona ajardinada, nos inspiramos en el diseño nórdico y en colores suaves para acompañar la visión enmarcada.
El azul celeste aplicado sobre revestimientos y muebles da claridad a los espacios y junto a los acabados de mobiliario en maderas nobles consiguen mucha calidez en la estancia.
La cocina abierta se remata con azulejo hidráulico fabricado a mano y a medida con formas hexagonales, en azul, rosa y grafito. Las cortinas de un tejido con base oscura y líneas turquesa se confeccionan en onda perfecta sobre un riel que permite desplazar las mismas para ocultar la televisión o colocarse a modo de caídas enmarcando las vistas.
En la planta superior se desarrollan dos dormitorios. Uno de ellos juega con un altillo que surge sobre la estructura del ascensor para formar un vestidor. La escalera que le da acceso se diseña para que pueda funcionar también a modo de mesa y banqueta. En el vestidor, se diseña un armario abierto donde los propios sistemas de perchas y colgadores le aportan su imagen. Los mismos se apoyan sobre un mueble de contrachapado de abedul blanco. Por otro lado, el dormitorio contiguo se diseña orientado a un gran ventanal Velux que enmarca las vistas de la Fuencisla. Otro armario abierto se desarrolla aprovechando el desnivel del bajo cubierta. El cabecero se diseña a medida empleando piezas de madera maciza en su textura natural, y juega con la dirección de su singular veta.
16/07/2016
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